martes, 4 de septiembre de 2012

untitled!

No has escrito nada. No hay tema ni movimiento ni dimensión ni espacio ni ganas. DISTANCIAMIENTO.-



Una Mujer:(como asustada) Anoche volví a tener esa pesadilla que me hace sudar helado. Me  enloquece. Por primera vez tengo miedo a mis propios sueños, miedo no sólo a no poder despertar, sino que a seguir soñando. A cerrar los ojos y volver  a sentir esa mano fría tocándome, acariciándome las rodillas y los muslos, como si mi cuerpo fuese un parque de atracciones. Entonces siento una montaña rusa en el estómago y esa mano que presiona mi ombligo hasta el fondo y ya no puedo respirar. Se me eriza la piel, ya no quiero recordarlo. ¿Y si aún estoy soñando? Y esa mano fría que ya no sólo me toca y me recorre, comienza a subir hasta encontrar mi cuello, entonces lo huele de cerca y me ata una soga, para comenzar a tirar lentamente…Ya no soy la reina del mundo. No soy. Porque al mundo lo encerraron en una miniatura de vidrio, le cortaron sus bosques y  sólo dejaron algunos árboles, el mar está ahogado en silencio, y el agua teñida de sal, tierra, miedo fresco. Tengo seca la boca. También le arrancaron sus mujeres, sólo quedamos nosotras y nos confunden, las dos mitades de una sola Eva. (se toca el cuello con las dos mano) Tengo alfileres clavados en la garganta y un dolor que nace desde la creación hasta las yemas de mis dedos. Dios me salve María, porque llena estoy de tu gracia.  Hace una semana que cada noche me despierto a sobresaltos pensando en todo lo que hice para que por primera vez fuese el varón de Dios quién diera la primera mordida al fruto. Tonto, tonto, tontito, lo supe desde la primera vez que lo vi, creado a su imagen y semejanza, lleno de vigor, con olor a polvo de la tierra. Temo secretamente que fue eso lo que comenzó a seducirme, un aroma que se pasea entre las masas queriendo fundirse en una sola carne. El génesis. Es cierto, no pude resistirme, mi mamá siempre me decía que no tengo fuerza de voluntad, ni poder de erradicar las malas costumbres, entonces de un minuto a otro, con un nudo en la garganta, las manos sudorosas y el estómago apretado tuve que tomar la decisión y continuar…porque me pone tan nerviosa y me siento pequeñita, mi corazón artificial comienza a mover sus engranajes y vuelvo a sentir esas manos heladas que quieren ahogarme. Es ahora cuando pienso en cantar canciones, de esas que quedan fuera de las lista de cosas necesarias para vivir. Grito. Grito como Antígona porque estamos destinadas a morir. Aún no. Nos quedan 1440 minutos antes de concretarlo todo. (Se toca la cara) Tengo la piel lisa, suavecita, estaré bonita para mañana, es el séptimo día o el primero, da igual, se escucharán las voces de los desaparecidos. Se escuchara mi voz y los que han muerto de pena. ( canta I want to sing de Regina Spektor), I want to sing to you my love- my only love and happiness -don´t be so blue so blue- my love this too shall pass- this too shall pass. ´cause love is a dangerous pastime- caught between madness and gladness of flight – nothing is wrong and nothing is right- falling asleep and your arms every night.  (Se calla e inspira). Entonces aún es pronto, nos sobra el tiempo para fabricarnos historias, no quiero morirme sin ir al cielo. Cuando miro las nubes pienso en tí María, en tu voz susurrante , rogando por todos los desconocidos. Pediré por ti bonita, para que te perdonen por ser  tan miedosa y adorar un pedazo de cerámica . No te preocupes entraremos juntas de la mano..
juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas, juntas....
No me mires con esos ojos María que te convertirás en piedra. No me mires más.

(extracto- en construcción)