martes, 18 de octubre de 2011

Más que un sólo concepto...

La realidad está llena de conceptos, de significados que si no fuera por el lenguaje carecerían completamente de un significante. Hoy la pena contenida en esa complejidad inextricable de la vida, me trae un goce importante con aspiraciones de felicidad. El futuro habla de proyecciones y yo sentada en mi sofá favorito aprovecho de reírme de él cuando no está mirando. Porque a ojos cerrados creemos que vivimos en el postmodernismo;  la sociedad de la información , la diferenciación funcional de la sociedad de Luhmann y el acentrismo exacerbado de la multiplicidad de opiniones.  Lo cierto es que yacemos en una quietud de ultratumba, en una serenidad austera que ignora la necesidad del hombre de tener inquietudes. Vivimos en el riesgo constante de caer alienados, devastados por una masa de individuos que se cree exento de totalitarismos. Somo esclavos de nuestra opinión con el cuidado inmanente de perdernos  en la post-producción de los juicios.
Queremos comprender la volatilidad de aquello que está en el aire , que se desplaza y nos inunda de sensaciones universales.
Sómos pequeños, somos la representación de un punto en el espacio , que busca su pertenencia y contención pero que a la vez, abarca la totalidad de lo que lo contiene, sumiéndose en una relación caprichosa de síntesis.
Somos culturalmente irreemplazables y funcionalmente desechables; somos parte imprescindible de la génesis de la pertenencia y la unidad indispensable para que funcione un sistema. 
Somos responsables de dejarnos llevar por el goce que trae consigo la comprensión; que el lograr entender suma un punto a nuestras ansias de conocimiento.
Estamos en un siglo que grita a toda voz  nuestro derecho al descontento, dónde ya no existe una excusa para callarse, que si me duele el pelo, que si se me quiebra una uña, que si quiero reciclar, que si somos reciclables...estoy en mi derecho a protestar en mi gusto por manifestarme, que si salgo a las calles y te encuentro , nos une lo único que nadie nos puede quitarnos, la libertad por la identidad que acompaña al reconocimiento. 
Hemos cultivado la imagen y nos hemos apropiado de lo audiovisual; y lentamente le hemos devuelto al arte el lugar que le corresponde; Porque las vanguardias ya lo anunciaban entonces y la ciencia a tientas , se tambalea si al foco decidimos cambiarle la ampolleta.
No puedo negar que tenemos una profunda responsabilidad en todo esto , que la intuición ha vuelto a recuperar las riendas de la creación en lo cotidiano; que tenemos la misión como artistas de comenzar a construir sobre el manifiesto , que el desnudar la realidad no es denunciar que existe un problema, ni que la transgresión de aquello que nos acontece despiertas las consciencias que no hacen esfuerzo alguno por levantarse; si no que devolverse a las raíces de la pregunta por el sentido. Que saber que el día está soleado y tener la convicción de que nos cuestionamos si ha salido el sol, volver a reconocer el color del maquillaje con que la convivencia se pinta los labios.
El tener una pregunta e iniciar una búsqueda bajo su lente, el no desesperar frente a la posibilidad de no encontrar una respuesta, si no más bien, lograr hallar al ser que es parte del infinito, que goza de la eternidad y que a la vez es la eternidad misma; que escucha en su interior una voz, que es el eco de mil voces, pero que trata de  hablar a través de la nuestra; que genera conocimientos que se plasman ante el mundo cómo una única melodía para cada experiencia , a pesar de que para todos los casos sea siempre el mismo objeto.
Que la realidad es una representación de representaciones , y que la magnificencia escapa a la necesidad implícita de ficción , que mueve al querer ser escuchados. El saber que ya no podemos vivir ajenos frente a lo que nos rodea y es parte de la fotografía del día a día.
Que todo goza de una presencia única que nos convoca a conocernos, mirarnos y aceptarnos; porque es recién ahí dónde se produce la verdadera creación ; aquella que es producto de que ya no estamos sólos, de que podemos ser felices, de que comprendemos, de que podemos comunicarnos.




...Ahora sólo cierro los ojos y me marcho, porque ya sé por dónde emprender mi camino...


Xauda de Amaranto

martes, 11 de octubre de 2011

Go to sleep little baby!

Desde ayer tengo tantas cosas que decir le a la vida y lo cierto , es que no tengo idea por dónde comenzar. Debo partir aclarando para variar un poco mis declaraciones, que asumo por completo mi responsabilidad en el asunto; y que ya no me preocupa en lo absoluto escuchar un : Te lo dije!, de vez en cuando. 
Y es que tenía dos opciones y podía tomar cualquiera de los dos caminos. y precisamente escogí ese; aquel que me trajo rodando en una bola de acero llena de círculos, lista para conservarme de vuelta cómo adorno de escaparate.
Es muy posible que jamás llegues a leer ésto , porque nunca tuvimos tal grado de confianza. A pesar de ello,  seré clara y honesta por que esa fue, una de nuestras primeras promesas.
No puedo negar , bajo ninguna perspectiva, que éstas dos últimas semanas han sido el extracto de una buena película, que estamos locos y que hace tan sólo algunas horas nos hemos vuelto ciegos.
Debo agradecerte plenamente la posibilidad que me ofreciste de cambiar tu vida, y es que la costumbre ya te estaba haciendo pedazos; y los minutos mágicamente desaparecían de tu reloj, haciéndote decir siempre: Hace tanto tiempo que no...
Y en ese exceso de normalidad malsana, que vivías tan tranquila y ajenamente. 
Me alegro con el alma de haber invadido tu mente y tirado de la cama a tu curiosidad, que hacía tiempo que no se levantaba. Soy extrañamente feliz, por haber quitado a tu ego del spotlight y por la culpa de que quisieras  comenzar a leer libros como demente. 
No me arrepiento tampoco del tiempo de procrastination esas horas en la semana. Estoy tan resignada y llena de palabras que tal vez , podría estar días escribiendo, como contestando tus llamadas telefónicas o leyendo tus mensajes.
Estoy tan convencida de que no tengo remota idea de lo que siento, que hace rato ya que mi mente ha decido que has dejado de importarme. 
Y no es fácil por supuesto, porque quizás ya me estaba encariñando...  a estas alturas ya tengo la certeza de que no leerás definitivamente esto, y eso fue lo que siempre me gustó de tí...lo que hizo la estúpida diferencia  después de la tarde de helados,  y es que no tienes idea lo que escribo , ni como lo hago ... y no te abrazas a mi retórica, la cual ya ha vuelto a ser pobre.
No tengo ninguna nueva intención de volver a verte y es que la línea entre tu actos y tus palabras , son nuestra primera prueba de fuego.  Sin embargo, el encuentro es inevitable... y es que me deje llevar tus historias, tus comentarios...quisiera que supieras todo lo que pasa por mi mente y que te alejaras en silencio, para hacernos las cosas más fáciles, porque definitivamente no cambiarías, porque es parte de esa naturaleza que corre por tus venas con la fuerza de la sangre y el calor de las palabras.
No tengo idea lo que pase en una semana, mañana o en los próximos minutos y es que por lo visto ya has hecho sufrir a muchas...algunas que aún te esperan, aquellas que me llaman y lloran.
No no soy quien para juzgarte es evidente, ya la vida en su sabiduría se encargará de ello , cuando sea el momento adecuado, como te deje una vez , en el parque , no es fácil ser empaticos en lo que no se ha vivido...
pero, si puedo reconocer con toda vanagloria, que disfrute cada segundo en que nos juntó el destino,    su aire magnánimo y omnipresente; las fotos, las canciones, hasta los post-it en tu auto; y que no existe nada más emocionante que la sensación de estar vivos y la posibilidad de sentirse agradecidos...
Hemos cambiado juntos la posibilidad de no estar conscientes de que es posible cambiar, y eso para mí ya es mucho...
Como decía la canción:

A veces te mataria y otras en cambio te quiero comer
me estas quitando la
vida
Como hablar
si cada parte de mi mente es tuya
y si no encuentra la palabra exacta
como hablar
como decirte
que me has ganado poquito a poco
tu que llegaste por casualidad...

Entonces ahora ya sólo nos queda esa reserva de felicidad, que guardaste para cuando no existiera tiempo entre los dos, porque con toda seguridad te confirmo que pertenecemos a mundo distintos y que seguimos líneas paralelas de proyecciones infinitas, y quizás es mejor para tí encontrar al fin una perpendicular...
Definitivamente contigo he aprendido a AmarLaTramaMasQueElDesenlace...

Au revoir!