martes, 21 de junio de 2011

El problema de la comunicabilidad en las artes.



...Porque finalmente fue el arte , el que creó al artista , engendro de su propia revolución...




Cecilia Bralic nos habla acerca de uno de los principales problemas que ha acontecido a las artes desde su posterior independencia de otras disciplinas a partir del siglo XX; y que ha quedado de manifiesto con la revolución de las vanguardias: el problema de la comunicabilidad de las artes. Sin embargo, este es un problema mucho más profundo que deriva de la relación entre arte y cultura. El arte como disciplina autónoma y autorreferente posee sus propios códigos específicos y un lenguaje propio bajo el cual dan sentido al mundo que crea. El espectador como receptor de éste mensaje intenta decodificar todo aquello que trasmite la obra como tal y aquello que intenta retratar el artista. Será entonces este espectador quien adoptando una función interpretativa y hermenéutica, abandonara una posible posición pasiva, exigiéndole al arte, el acceso al acontecer artístico[1]. Es en este punto preciso en que nos acechan ciertas como el hecho de si existe un mediador entre la obra y su creador, o un espacio preconcebido que nos permita comprender ésta verdad del arte, evitando que esta se transforme en una apreciación meramente superficial o en un conocimiento sólo para Iniciados en la materia.

He de establecer una comparación entonces con él texto de Néstor García Canclini: “fronteras de la sociología del arte”, respecto de quién decide el valor de las obras de arte y cómo las estrategias económicas crean hábitos estéticos. Al hablarnos de que “el valor de las obras se produce en un campo complejo que incluye al artista, la obra, los intermediarios y el público, que las relaciones entre ellos están condicionadas por la historia social”[2], nos hace eco la predominancia de la cultura cómo el otro lado del arte, dónde el espectador quién nace con condición innata de pertenecer a ella, disfruta de una experiencia interpretativa sobre la obra y se ve enfrentado a su propia estar en el mundo, a explorar su sentido de realidad además de su conocimiento artístico.

Por otro lado podemos pensar como ejemplo a un joven de un estrato social bajo quien va a un museo y comienza a observar “el grito “ de Edward Munch, lo más probable es que las apreciaciones que él pueda hacer respecto de la obra, sean puramente superficiales acerca de los colores, la forma y una retroalimentación sobre lo que le recuerda o le hace semejanza(El plano del sentido común del que nos habla Bralic),pero , sin un carácter técnico y con un lenguaje acotado a su realidad social. Es entonces aquí cuando se hace claro nuestro problema de comunicabilidad, porque hasta qué punto, el joven será capaz de comprender con la información que maneja, lo que la pintura y el artista quiere expresar a través de ella? . Es por esto que quién posee ese conocimiento específico ya sea acerca del periodo en que se creó la obra o el contexto sociocultural en que vivió el artista, la relación entre los cánones de belleza y los valores con que se apreciaba el arte en esa época, lo posiciona en un nivel de poder mucho más elevado; de un carácter simbólico creciente que posiciona a los espectadores en lugares excluyentes entre ellos, condicionando al arte a una situación de expresión limitada.

Y finalmente quien posee este poder simbólico el cual está estrechamente vinculado al poder económico, al menos en el caso de Latinoamérica, al poseer mayor acceso a ésta “pseudo sabiduría” logrará ampliar este campo de responsabilidad artística posicionándose en un lugar privilegiado que más tarde o temprano entra en conflicto consigo misma.


Xauda.

[1] Bralic, Cecilia (2005) “La relación entre arte y cultura: acontecimiento y comunicación”, en Cátedra de Artes, N° 1, págs. 99-107, Facultad de Artes PUC, Santiago, Chile. Pág 103

[2] García Canclini, Néstor (1979(2006)) “Fronteras de la sociología del arte” (Capítulo 5), en La producción simbólica. México D.F.: Siglo XXI, págs. 137-151 (701.03 G216p 1979). Pág 144.


sábado, 4 de junio de 2011

¡! sign..


Hace algún tiempo que estaba esperando una señal, en lo personal no tenía idea de como se manifestaría, en realidad no tenía idea lo que esperaba.
Realicé la bendita rutina con la misma micro-mono-tonía de siempre...serví la coca cola como todo los días- vaso de vidrio , dos hielos- me senté cerca de tíl y ni siquiera intenté hablarte, reí a carcajadas sin razón alguna e ignoré toda la tarde la posibilidad de tener suerte. Pero cuando te ibas, sucedió lo inimaginable, quebraste el esquema de lo habitual , cuando decidiste despedirte de mí antes de abrocharte el cordón multicolores de tus únicas zapatillas. Fue entonces cuando supe que la vida había cambiado nuevamente su curso y para eso no hay más que decir que ¡mE eNcAnTaS!

Sa-lta, a-nda , muév-ete, h-uye, esc-apa,llor-a...


miércoles, 1 de junio de 2011

We tried to find some words...



we don´t know who we are,

Pero sé que alguna vez fuiste parte de la vida de alguién , de la de ella, de la de ellos, de la mía...



La escena transcurre en una habitación completamente blanca, al fondo colgado de la pared se encuentra un gran espejo de medio cuerpo, cubierto con una sábana.

Entra la mujer; viste un vestido de tablas rojo y una máscara blanca que le cubre todo el rostro, comienza a caminar por el espacio y toma las cosas con curiosidad; llega hasta el espejo y le quita la sábana, observa su reflejo y lo toca, se toca la máscara mientras se mira. Entra el hombre vestido de etiqueta y una máscara blanca en la cara; observa a la mujer con atención desde la puerta. Ella no ha notado su presencia, lleva el pelo largo y se lo agarra en un moño, hace el ademán de quitarse la máscara, él camina hacia ella.

Hombre:(se acerca a ella por el lado y le toma las manos con suavidad)Por favor, no lo hagas.

Mujer: (lo mira) Habías visto lo pálida que estoy hoy?

Hombre: (toma la sábana) Hay que volver a cubrirlo, no debes olvidar las reglas.

Mujer: (le detiene con las manos) había olvidado lo que se sentía…(toca su reflejo) ¡está fría! (toma las manos del hombre y las coloca en su “cara”) ¿la sientes? (él asiente) Así es cómo está siempre desde hace años…no lo cubras aún, puedes dejarlo un ratito más?

Hombre: Está bien, sólo un minuto, tú sabes que nadie debe descubrir que aún lo conservas o me veré obligado a …

Mujer: (lo mira) …a delatarme?.

Hombre: No lo digas de ese modo, las leyes para nosotros son estrictas, y hace años ya que se eliminaron todos los espejos de este lugar, incluso la palabra ha desaparecido de la memoria de todos, aún no entiendo porqué no me deshice de él cuando supe que lo tenías aquí guardado…

Mujer: Quizá, por qué también vives de la nostalgia y porque este espejo aún te recuerda quién eres.

Hombre: son tus decisiones las que dicen de verdad quien eres, no la imagen recortada tras un cristal; No es el rostro ni la mirada, ni las palabras, las que te que dicen que ya es tarde, que no que queda mucho por lo que luchar! yo escogí olvidar, vivir esta vida, quería dejarlo todo atrás…tu lo entiendes, no fue por eso que hace veinte años decidiste ponerte una máscara?

Mujer: sabes, a veces trato de recordar como era antes, trato de imaginar que es lo que hay debajo de esto…(se mira y luego lo mira) ¿crees que era hermosa?, ¿Qué tenía la piel tersa o los ojos claros?.

Hombre: ¿Qué importa todo eso ahora? No eres más de lo que debes ser, ni menos de lo que eras antes, eres exactamente lo que ves ahora. Todo lo demás es parte del pasado, son cosas que ya no vale la pena recordar.

Mujer: ¿Y si lo que veo ahora me gusta menos que lo que veía antes?

Hombre: Entonces debes pensar en la razón que te trajo hasta acá y verás cómo todo se tranquiliza, y te sentirás segura nuevamente porque a fuerza de costumbre terminas quedándote en algún lugar.

Mujer: El sufrimiento, tenía el corazón destrozado…esa era mi razón, quería dejar de sentir pena, de tener los ojos hinchados, de la tristeza que consume a una mujer cuando está sola. Sin embargo ahora ya no siento nada y quizás no es una máscara la que se refleja en el espejo, sino mi propia cara que ha adoptado esa forma fría y vacía…

Hombre: No pienses más en eso, aquí ya no estás sola. Si abres las cortinas y miras hacia la calle, verás que hay muchos como nosotros que han decidido abandonar lo que los hacía estar tristes, que han decido dejar de sufrir (con voz dulce) que están comenzando su nueva aventura.

Mujer: A veces cuando voy por las calles, y paso por enfrente de alguien veo en su rostro, una cara conocida, veo tú cara y la mía, y la de él y la de todos… ¿crees que aún haya algo que nos haga diferentes?

Hombre: Creo que somos lo que somos y lo que queremos ser… (se acerca a ella y le toma las manos) porque hay para nosotros muchas posibilidades , si cierras los ojos puedes imaginar que vamos viajando, que conocemos lugares maravillosos o que somos astronautas ….que tocamos las estrellas…¿ves allá en lo alto, lo hermosa que puede ser la luna?(se aleja de ella, se pone frente al espejo y comienza a hablar con su reflejo)...o también podemos bailar hasta que ya no nos soporten los pies…¿escuchas la música? (suena una canción)…dejarse llevar por un tango… (Comienza a bailar) por sus pasos de baile…mirar el cielo despejado de una noche de verano…

Mujer: (deja de sonar la música) ven acércate…sí así…un poquito más… (Quedan cerca frente a frente) ¿Recuerdas el día en que nos conocimos?

Hombre: Los pequeños detalles son los que siempre permanecen en la memoria (se da la vuelta y le habla por la espalda, le suelta el pelo del moño) aún te veo entrar al salón con el pelo largo y brillante… yo cantaba en ese entonces…aún lo hacía…

Mujer: sí… y me encantaba esa voz… ¿puedes cantarme una última canción?…

Hombre: (Él la abraza por detrás y le comienza a cantar)

“Well, it´s time for us to be leaving
And it hurts so much, it hurts so much inside
And now she´ll go her way, I´ll go mine
But tomorrow we´ll meet at the same place, the same time”

Mujer: A veces me pregunto si la realidad sería más real si cierro los ojos, como si todo esto no fuese más que un sueño, una utopía, si por un minuto el tiempo se detuviera, pero la vida es así…rara… te hace comprender que hay cosas adictivas como el amor o el sufrimiento para comprobar que de verdad respiras, para saber qué es lo que sientes, para dejar en libertad aquello está bajo la máscara…


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